A no ser que seamos una especie de superhéroe con inmunidad infinita, en algún momento del año, nos "resfriamos". Y además del malestar general que nos causa el resfrío, también tenemos que soportar "no sentir el gusto de las comidas"...
¿Será tan así?
Tenemos cinco sentidos, dos de los cuales, el sabor y el olfato, responden ante estímulos de caracter puramente químico: reaccionan ante la presencia de determinadas moléculas o compuestos, permitiéndonos distinguir una gran variedad de estímulos, es decir, de moléculas...
El aroma de una sustancia vendrá determinado por su fracción volátil, compuesta por las moléculas que pueden pasar a estado gaseoso y a través del aire viajar hasta nuestro detector particular, las fosas nasales. Cuando comemos percibimos simultáneamente los aromas y los gustos: los gustos en la boca y los aromas en la nariz, por vía retronasal. Cuando estamos resfriados, la nariz pierde capacidad de detección (por la congestión nasal), por lo que en vez de tener una sensación conjunta olfato-gustativa (lo que se conoce como "flavor") solamente tenemos sensaciones gustativas y únicamente percibimos sabores. Por lo tanto es incorrecto decir "no le siento el gusto a nada", ya que sí podemos distinguir algo salado de algo dulce.
A partir de ahora, entonces, cada vez que nos resfriemos, digamos con propiedad "no puedo detectar el flavor de este plato" y luego cantemos como Homero:
Para terminar, es bueno recordar algunos consejos para prevenir los resfríos:
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